Welcome to my mind: Crónicas de Garooofalo Decidiberto Mancomunado, el Batracio Sandalio.
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viernes, noviembre 25, 2005

Crónicas de Garooofalo Decidiberto Mancomunado, el Batracio Sandalio.

Era y Fuera caminaban tranquilas por los bosques del Batracio, un hombre petiso y reacio. Era achacoso pero bondadoso, que con sus alegres croares matutinos baldeaba sus aceras de pasto violáceos.
─¡Era, era!
Era, la mujer estrella, divisó a lo lejos con sus ojos de lince la verdosa colmena cuyo croar completaba los deseos de Fuera.
Elevó sus manitas de leche agitándolos suavemente.
─¡Oïolomios, Oiörömöïo, ïolosôtondiös!
Tan melodiosa era la voz de Era que Fuera se derrumbó en sus patas traseras, invadida del éxtasis de las voces de estrellas que entonaba ella, su hermana Era. Desde el suelo levantó su temblorosa pata derecha.
─Kaiiaah, aaah, aaâhmiasa-sala-raïaiâ
Saludaba a Batracio entre gemidos agitados, cuya verdosa existencia se tornaba roja de vergüenza.
─Chamir, fifofi, zuki, kreak, kreuk, pot, pot, Blaugh, pipi.
Una electrizante sensación surtió efecto en Fuera y Era, la respuesta era aún más emocionante que el de Era aunque de burda lengua, las dos se revolcaban entre destellos, mientras sus existencias se retorcían en desvanecencias de júbilo ininterrumpible. Era, la estrella, era la más bella, aunque Era fuera ella y Fuera fuera Era. Era era fea hasta la Fuera era bella, un rojizo fulgor fulminó la fiesta. Mientras tanto la Delicia se alejaba de Batracio, cediendo su espacio a Delirio, su hermana mentora y mentira, era su yo misma, que era Era aunque no Fuera.
La Fusión entre ellas, confundía las visiones de Batracio, en su vida habría imaginado semejante acaecimiento, mucho menos en su Era. Entre sus croares de lamentos recitaba la escena, de una estrella brillando por su tierra.